Incapaz de ayudar a transfigurar la naturaleza, de revelar su fundamento sobrenatural, de actuar como trampolín hacia esa esfera de verdadera libertad que es el plano espiritual, la perspectiva lineal, reproduciendo los elementos de este "mundo inferior" natural, no hace más que acentuar la tendencia restrictiva que determina este último.
Mientras que la forma limita, al dejar fuera de sí todo lo que no es espiritualmente esencial, este mundo inferior, que representa con su carácter tridimensional un máximo de inscripción en la forma, está así dotado de todas las características de una prisión, de un laberinto, algo que nuestros antepasados medievales, inspirados por el cristianismo, aún no habían perdido de vista.
Actualmente, en los círculos snobs sigue pareciendo de moda admirar y elogiar el genio de una figura emblemática del humanismo como Leonardo da Vinci, entre otros reductores de todas las cosas a la dudosa medida del hombre. Además de que, en la historia de Occidente, el genio es como una sombra frente a la figura luminosa del santo, de que la invención del “hombre, medida de todas las cosas” se atribuye al sofista Protágoras, genio de la falsedad, influenciador de gente ingenua dispuesta a creer que el ser puede ser el no ser y el no ser, el ser, dice mucho del estado de ánimo de muchos sugestionadores: políticos, juristas, pseudo-reformadores, filósofos, artistas, que al paso del tiempo se han esforzado por convertirlo en un modelo, sin decir nada sobre los tecnócratas, tecnólogos, anunciantes, artistas contemporáneos.
En La República, Platón presenta tres nociones muy importantes para quienes desean penetrar en la dimensión profunda del arte del icono y captar el carácter muy superficial de la perspectiva lineal y sus extensiones que son la fotografía, el cine, el internet: I) ciencia anti-hipotética ; II) los tres grados de la creación; III) el peor hombre, incapaz de diferenciar entre el estado de vigilia y el estado de sueño.
I) Ciencia anti-hipotética: no es otra que el conocimiento de la verdad absoluta, fundamento de la verdad relativa. También llamada Sabiduría, sólo se puede lograr captando el orden del no aferramiento bajo la guía de un sabio eficaz. Metafísico, sobrenatural, espiritual, trascendente, está más allá del alcance del pensamiento conceptual, que es naturalmente limitado.
II) Los tres grados de la creación: 1er grado) Dios creando; 2do grado) hombre imitando a Dios creando; 3er grado) el hombre imitando la creación.
1er grado) Dios creando: el budismo es un camino hacia la realización espiritual que no se adhiere a la tesis creacionista; Por tanto, un monje budista debe dar la palabra a los representantes autorizados de las religiones interesadas en este tema.
2º grado) El hombre imitando a Dios creando: para liberarse de la prisión que es este mundo inferior tridimensional, hasta finales del siglo XIII, nuestros antepasados cristianos, que en general eran todavía conscientes y respetuosos del corazón suprahumano situado en el centro del corazón humano, y supo unificar éste gracias al otro, aprovechó, entre otros hábiles medios, estos soportes de meditación que son imágenes sagradas: pinturas simbólicas bidimensionales que transmiten energías divinas irradiadas desde la unidad del Ser, del Corazón Universal, de la no dualidad del Súper-Ser, del Absoluto; en efecto, ¿no es natural pasar, mediante una proyección sublime, de tres a dos para volver a la unidad? Al recurrir a las imágenes sagradas para liberarse espiritualmente de las ataduras de este mundo, el hombre, mediante este acto creador -centrípeto- que es la vuelta de su corazón hacia Dios, imita a Dios en su acto creador -centrífugo- de todas las cosas, y forma parte por éste hecho en el segundo grado de la creación, que obtiene su legitimidad del primero del que es reflejo. La creación imitando en la medida de las posibilidades humanas el acto divino puede ser concebida de diferentes maneras, entre ellas las siguientes, originales y legitimadoras, tradicionales, por tanto: como transmisión humana verdadera y real (sincera), horizontal, histórica, refleja efectivamente una transferencia influencias espirituales suprahumana, vertical y atemporal.